EUROPA
PRESS
13 julio
2021
Aumento
de pecho en verano: ¿sí o no?
Cualquier época es buena para hacerse
un aumento de pecho, lo que ocurre es que las vacaciones de verano, aunque
también las de Navidad, pueden evitar la necesidad de pedir una baja médica en
el trabajo para así poder permanecer en reposo en el postoperatorio.
"En este sentido, muchas pacientes prefieren operarse
cuando puedan disponer de al menos una semana libre", mantiene en una
entrevista con Infosalus la doctora Nélida Grande,
vicepresidenta de Cirugía Estética de la Sociedad Española de Cirugía Plástica,
Reparadora y Estética (SECPRE).
A su juicio, la principal ventaja es práctica, porque se
puede pasar el periodo postoperatorio de vacaciones: "Lo que hay que tener
en cuenta es que en verano hay que evitar la exposición directa y prolongada al
sol, porque el calor puede hacer que las mamas se hinchen un poco más. Siempre
debe aplicarse protección solar alta, también para proteger la cicatriz de una
posible pigmentación por la acción del sol. Pero se puede nadar o realizar
otras actividades sin ningún problema".
La también directora de las Clínicas NG. (Barcelona y
Sabadell) recuerda que el aumento de mamas es una cirugía con la que se
incrementa la talla del pecho. Se trata de una técnica por la que se introduce
una prótesis, o bien se realiza la infiltración de grasa propia purificada en
algunos casos (si no se busca mucho volumen); si bien reconoce que en la actualidad se realizan operaciones híbridas, que
fusionan ambos métodos.
"Todo depende de lo que desee la paciente y de su
anatomía. La decisión de operarse llega normalmente porque hay un complejo por
tener los senos pequeños, o porque son muy asimétricos o tuberosos. Y la manera
de mejorar la autoestima en estos casos es aumentar el volumen y mejorar la
forma", asegura la doctora Grande.
Así, esta experta en cirugía plástica, reparadora y estética
subraya que, como en toda cirugía, un aumento de mamas puede conllevar riesgos,
aunque destaca que "no es una intervención peligrosa si se lleva a cabo en
un hospital que ofrezca todas las garantías y de mano de un cirujano titulado y
con experiencia".
Además, la doctora precisa que se suele realizar bajo
anestesia general, aunque el tiempo quirúrgico es corto, de una hora o dos en
los casos más complejos. "Después, el postoperatorio dura una semana, en
la que se debe guardar reposo, pero después poco a poco va reduciéndose la
hinchazón de la zona y las pacientes comienzan a hacer vida normal. Lo que hay
que recordar es evitar posibles golpes en el área operada, y no es recomendable
coger peso durante las primeras dos semanas, ni realizar deporte (o grandes
esfuerzos) durante el primer mes", agrega.
Sobre las prótesis que más se emplean en este tipo de
procedimientos apunta a las de gel de silicona, sin duda. "Este tipo de
implantes pueden ser redondos o también anatómicos, que tienen forma de gota y
dan un aspecto más natural que los clásicos redondos. Sin embargo, en muchas
ocasiones también prescribimos estos últimos por las necesidades concretas de
la paciente. Cada caso es único en el sentido más amplio de la palabra",
agrega.
En referencia a la cobertura de las prótesis, la experta
dice que esta puede ser lisa, nanotexturada o microtexturada; estas dos últimas tienen un tacto más rugoso.
"Cada profesional prefiere una u otra, según el caso que esté tratando.
Pero recordemos que un aumento de pecho se puede hacer también con grasa o
combinando prótesis más grasa, para un resultado más natural", sostiene.
Desaconseja aumento de mamas antes de los 18
En este punto, la doctora Nélida Grande recuerda que los
aumentos de pecho no pueden hacerse a menores. Es más, lo considera
"absolutamente desaconsejable" aunque lo autoricen los padres porque
la mama antes de los 18 años está en proceso de crecimiento, y lo más probable
es que no haya alcanzado su máximo desarrollo. "Los cirujanos acreditados
no aceptan este tipo de intervenciones", sostiene.
A la hora de acertar con la talla en el aumento de pecho, la
miembro de la SECPRE defiende que todo depende de diversos factores. Por
ejemplo, señala que en las mujeres de poca estatura deben elegir una prótesis
que no sea demasiado grande; y según cómo de ancho sea el tórax de la paciente,
el implante ha de ser más o menos ancho también.
Lo idóneo, en su opinión, es acercarse lo más posible a los
deseos de cada mujer, pero evitando que se pierda el equilibrio estético y
anatómico. "Y cuando en consulta se pide una talla desmesurada, el experto
debe llega a un acuerdo con la persona recomendándole el máximo volumen que
puede ponerse para no romper ese equilibrio (ni que haya un arrepentimiento
posterior). Los resultados siempre han de ser lo más naturales posibles",
subraya la directora de las Clínicas NG.
En cuanto a las posibles complicaciones de introducir un
implante de mamas son las mismas que en cualquier otra intervención, según
asegura la experta: "Puede haber hematoma o, en algunos casos, un poco de
infección. Y puede llegar a producirse una cicatriz inestética, ensanchada,
hundida o con relieve, por ejemplo. Pero son casos aislados, como lo es también
la contractura capsular. Por otra parte, también puede ocurrir que la paciente
no quede satisfecha con el volumen, de ahí que previamente hablamos con ella
para entender sus deseos y hacerlos realidad".
La doctora Grande llama la atención sobre una tecnología,
denominada Urgotouch, que, aplicada justo después de
la cirugía, antes de despertar a la paciente, ayuda a mejorar mucho la
cicatrización, y a reducirla. "Cada vez la emplean más los especialistas
en su día a día", apostilla.
Como recordatorio, la vicepresidenta de Cirugía Estética de
la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética avisa a las
mujeres que quieren ser mamás que si se operan del pecho es mejor que esperen
al menos seis meses para quedarse embarazadas. Por otra parte, dice que no se
debe olvidar controlar las prótesis, con ecografías cada dos o y tres años, y
durante los primeros 10, y después de forma anual. "En el momento en el
que den problemas hay que sustituirlas. Los implantes mamarios no son para
siempre porque están sometidos a nuestra actividad diaria y al metabolismo e
inmunidad de nuestro organismo", sentencia la especialista.